La instalación de un bingo en Ingeniero Maschwitz, en el partido de Escobar, mantiene en vilo no sólo a la comunidad de esa localidad, en parte descontenta por su llegada al distrito, sino también a la del partido de Ramallo, lugar del que se retiraría, poniendo en juego puestos de trabajo y parte del desarrollo económico local.
A fines de diciembre pasado, el Concejo Deliberante de Escobar aprobó por unanimidad un proyecto del PRO para la instalación de un centro comercial en Ingeniero Maschwitz que incluirá un bingo en el cruce de Ruta 26 y Panamericana. Si bien la propuesta fue acompañada por la totalidad del cuerpo legislativo, un grupo de vecinos manifestó su descontento con la construcción de la sala de juegos en el distrito en la puerta del recinto.
La aprobación de esa ordenanza que autoriza la llegada del bingo fue aprobada por los 20 concejales presentes. Quienes no estuvieron en sus bancas al momento de la votación fueron Gabriela Hernández y Florencia Campo Dall Orto (PRO Libertad), Carina Chmit (Compromiso con Escobar) y Flavia Battistiol (Unión por la Patria).
Hace algunas semanas, se conoció que este bingo que se instalará en Escobar será el que actualmente se encuentra en el partido de Ramallo, y a la preocupación de un grupo de vecinos de Maschwitz por su arribo se sumó la de los habitantes del partido ubicado en el norte del interior bonaerense por la salida de la sala de juegos.
Ocurre que el Bingo Ramallo funciona allí desde 1998 y es un actor del desarrollo de la economía doméstica, ya que genera 100 puestos de trabajo pero además tiene como beneficiaria de parte de sus ganancias a la Biblioteca Popular Estrada. Por eso la posible mudanza de este emprendimiento a Maschwitz provocó una fuerte inquietud en la comunidad.
El reclamo llegó al Concejo Deliberante de Ramallo, que sentó su postura con una votación por unanimidad de un proyecto que manifiesta la preocupación ante el posible cierre del espacio de recreación y la necesidad de generar canales de diálogo para tener certezas y llevar tranquilidad a los empleados, sus familias e instituciones involucradas. En el marco de una sesión extraordinaria, los concejales coincidieron en solicitarle al gobernador que por intermedio de Loterías y Casinos intervenga para garantizar su continuidad. También reclamaron el apoyo de las cámaras provinciales para sostener los puestos de trabajo.
Adrián Lescano, presidente del HCD, se refirió al consenso logrado: "Existe una predisposición del conjunto de los bloques de aunar criterios y tomar el compromiso de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para solucionar el tema, en especial la continuidad de los puestos de trabajo".
La posible partida del Bingo Ramallo no solo pone en vilo a más de 100 familias que se quedarían sin sustento, sino también amenaza el funcionamiento y la continuidad de la Biblioteca Popular Estrada, elegida como destinataria de los beneficios que, por ley provincial, debe recibir alguna entidad de bien público del lugar donde está emplazado el salón de juegos de azar. "La biblioteca es un actor de nuestra sociedad que no debe quedar aislado y con el cual hay que interactuar y ver qué medidas tomar entre todos para oponernos o resistirnos y que esto no se lleve a cabo", afirmó el concejal Luis Algasibiur.
La comunidad de Ramallo se aferra a la posibilidad de mantener este espacio recreativo en su ciudad, mientras que en Escobar, a pesar de algunas resistencias, comienzan a ver con buenos ojos la llegada de un emprendimiento que promete inversiones, la generación de cientos de puestos de trabajo y la contribución con fondos para entidades de bien público. Según el proyecto presentado en el Concejo Deliberante de Escobar, será la Cooperadora del Hospital del Bicentenario de Garín la destinataria de los fondos que mensualmente el bingo deberá aportar por ley.