Este último domingo, alrededor de las 19:30 horas y cuando todo el mundo tenía puesta la atención en conocer los resultados de las elecciones generales, el terror inundó las calles de Boulogne, en San Isidro, cuando un grupo de sicarios descendió de un coche y atacó a tiros a dos hermanos. Un móvil policial que presenció el hecho fue tras los delincuentes y los detuvo luego de una extensa persecución que culminó en el partido de San Fernando.
Todo comenzó cuando los hermanos, Claudio y Walter, circulaban a bordo de un Toyota Corolla blanco por las calles de Boulogne. Nada hacía suponer que sus vidas corrían serio riesgo hasta que un Toyota Etios gris los interceptó y de él bajaron cinco individuos con armas de fuego.
En cuestión de segundos, los sujetos abordaron a sus víctimas y les dispararon cerca de veinte veces. Como consecuencia del ataque, Claudio, de 43 años de edad, resultó herido en su pierna derecha. Una vez concretada la agresión, los sicarios escaparon en el mismo auto, cuya patente había sido robada a comienzos de mes en el municipio de Morón.
Sin embargo, la huida no les resultó efectiva, ya que luego que un patrullero viera el episodio se originó una persecución que finalizó en San Fernando tras quince cuadras de recorrido a toda velocidad. Los cinco violentos fueron detenidos y posteriormente puestos a disposición de la Justicia.
En poder de ellos, la Policía les secuestró una pistola calibre .40 con ocho municiones y dos cargadores y otra pistola con numeración, 19 municiones y un cargador.
Un jefe policial que participa de la investigación, reveló a La Nación que "se trató de una disputa entre bandas de ‘transas’" (como se llama a los vendedores de drogas). Además, señalaron que cuatro de los sicarios que protagonizaron el ataque son de nacionalidad peruana.
La investigación quedó a cargo de la fiscal Paula Hertig, que imputó a los hombres por homicidio calificado en concurso premeditado por la intervención de dos o más personas y por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa.
