Polémica implementación de un Bachillerato Internacional en el Paula Albarracín

El mismo fue firmado el 15 de abril de este año, y vincula a la Organización de Bachillerato Internacional y la Municipalidad de Vicente López. La aprobación se llevó a cabo luego de un intenso debate en el Concejo Deliberante, donde los ediles de distintos partidos dieron sus argumentos sobre el bachillerato, que tendrá aranceles en dólares.

 

El Concejo Deliberante de Vicente López aprobó en su 11° Sesión Ordinaria, realizada esta mañana, la homologación del convenio para la implementación de un Bachillerato Internacional en la Escuela Municipal Paula Albarracín de Sarmiento. En el recinto estuvieron presentes 22 de los 24 concejales, debido a la la ausencia de Claudia Ávalos Uñates, del GEN, y Guillermo Ruiz, de Frente Comunal.

El Bachillerato Internacional, si bien estará destinado a los alumnos de los últimos años de la escuela pública, tendrá un arancel en dólares para aquellos que tengan interés en realizarlo: habrá que pagar una matrícula de 160 dólares, y 110 dólares cada vez que deba rendirse un examen. El municipio, por su parte, cargará con una tasa anual de aproximadamente 10 mil dólares por la mantención del funcionamiento el bachillerato, que será dictado en contraturno, fuera del horario curricular,  y en inglés.

Este fue el principal punto de debate en el recinto, en el que hubo opiniones diversas sobre la puesta en funcionamiento y aprobación de la medida, en torno a la denigración de la educación pública o su posible mejoramiento, a los aranceles en moneda extranjera y a la dificultad de acceso para todos los alumnos del estableciemiento.

El primero en opinar fue Joaquín Noya, concejal por el Frente para la Victoria (FpV), quien destacó: “Es una obligación del estado garantizar la educación pública, que es un derecho social y no un bien comercial, según lo establece la ley de educación del año 2007. No acordamos con la medida, ya que entendemos que se está mercantilizando la educación.”

Por su parte, el edil del Partido Socialista (PS), Carlos Roberto, afirmó, luego de dar algunas explicaciones sobre el marco en el que se desarrollaría el bachillerato, que el convenio firmado por el municipio demuestra cuál es el proyecto educativo de las autoridades del distrito y aseguró que “va por el camino equivocado”. Además, añadió que “no permite el acceso en igualdad de condiciones de todos los alumnos, ni tampoco hace mención ni referencia a las leyes nacionales ni provinciales de educación”. “La ética de mis convicciones no me permite votarlo”, concluyó.

Paola Caputo, concejal oficialista, contestó que “nada tiene que ver la ética de las convicciones en este asunto” y, luego de  ironizar con que el debate sobre este tema era “surrealista”, expuso: “Esta homologación busca otorgarle una herramienta más a los alumnos de nuestra escuela secundaria, en igualdad de condiciones, con un título que se agrega al que ya pueden tener y que les permitirá ingresar, si lo desean, a universidades en el extranjero”.

Norberto Antelo, concejal del GEN, rescató la necesidad de que el Municipio se comprometa a otorgar becas o subsidios para aquellos alumnos que no se encuentren en condiciones de pagar el Bachillerato, señalando que “este proyecto no tiene que ver con la privatización de la educación”. El pedido tuvo como inmediata consecuencia un cuarto intermedio, en el que se definió agregar un cuarto artículo al proyecto, que señala: “El Departamento Ejecutivo deberá garantizar, a través de un sistema de becas y beneficios, el acceso de los alumnos interesados al programa”.

Luego de que la concejal oficialista Graciela Menéndez diera lectura a este nuevo considerando, el possista Ariel Marchiolo, enfatizó en que el proyecto “rompe con el orgullo de lo que se considera la escuela pública y gratuita” y rechazó la aprobación de la homologación.

Javier Carrillo, edil de la Unión Cívica Radical (UCR) destacó que “todas las herramientas que nosotros les podamos brindar a nuestros chicos para que puedan competir en el escenario del conocimiento son necesarias”. Y agregó: “Lo que el Estado debe garantizar es que todos tengan igualdad de oportunidades”.

Diego Pesa, del PRO, contestó las críticas de la oposición: “Hablamos de incorporar al Paula una nueva herramienta que tiene que ver con una mayor aprehensión de saberes, con una mirada multicultural, no de una revolución de paradigmas ni nada que se le parezca”.  Y concluyó: “Es lamentable la dificultad tienen algunos espacios políticos para establecer una discusión seria y profunda sobre el sistema educativo, sin caer en esa tentación oportunista y panfletaria.  Nosotros no obligamos a militar a nadie para que acceda a la educación”.

Al cruce de estas declaraciones salió Leonardo Rial, del FpV, quien afirmó: “Hay una diferencia entre que algo sea gratis o que sea arancelado. Cuando hablamos de escuela pública debemos tener en cuenta que debe ser gratuita, libre y en igualdad de condiciones para todos. En este caso particular, se homologa un convenio en el que sólo los estudiantes con recursos pueden acceder al bachillerato”. De lo contrario, continuó el edil kirchnerista, “el Municipio, en las condiciones en las que está y con los recursos que tiene, hubiera sido inteligente en hacer un programa gratuito o en costear el 100 por ciento de los gastos del bachillerato para todos los alumnos”.

Por último, el jefe de bloque del PRO, Antonio Rendón Russo, finalizó: “No queremos planes sociales, queremos educar al vecino. Estamos orgullosos del Paula y de nuestros Centro Universitario y tenemos que superarnos permanentemente, porque el vecino necesita que nos preocupemos por la calidad educativa y, en ese sentido, este bachillerato internacional es un lujo”.

Finalmente, y luego de las discusiones, el debate y las chicanas políticas, el proyecto de homologación del Bachillerato Internacional en el Paula Albarracín fue aprobado por 17 votos  a favor, del oficialismo, el GEN y la UCR,  y 5 en contra, del bloque del FpV, Carlos Roberto y Ariel Marchiolo.