Seguramente se hable durante mucho tiempo de este partido, por todo lo que pasó en la previa y aún más por lo que sucedió a la hora de las acciones. Tras la decisión de los organismos de seguridad de jugar el duelo de 32avos de Copa Argentina entre Tigre y Los Andes a puertas cerradas desde las 20 horas en la cancha de Morón, el Milrrayitas avisó que si no jugaba con sus hinchas, no se iba a presentar. Y cumplió.
Tigre llegó al Estadio Nuevo Francisco Urbano cerca de las 18 horas y se encontró con que no había nadie del rival, ni utileros, ni dirigentes, nadie. Los jugadores salieron a hacer el reconocimiento del campo de juego sabiendo que no iba a rodar la pelota. Incluso, el Matador confirmó en sus redes oficiales a la formación que iba a jugar, con Martín Galmarini como principal novedad entre los titulares.
Lucas Comesaña, árbitro principal, y sus asistentes esperaron 15 minutos después del horario programado para el inicio del encuentro, como marca el reglamento, y decretaron la suspensión del mismo al faltar uno de los equipos. Aprovechando el viaje, Tigre realizó un entrenamiento distendido en el césped y con la tranquilidad de haber clasificado a 16° de final de Copa Argentina sin haber transpirado una sola gota.
Los Andes será descalificado de la competencia y se expone a la quita de puntos en el torneo de la B Metropolitana. Por su parte, el Matador jugará contra Deportivo Madryn en la próxima instancia y ahora empezará a pensar en el partido con Unión de Santa Fe de este fin de semana por la primera fecha de la Liga Profesional.
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