Una ola de conciencia contra la pirotecnia sonora en las fiestas

    La pirotecnia y sobre todo las fiestas no tiene por qué ser sinónimo de dolor: es hora de dejar que nuestros festejos resplandezcan en la alegría compartida, sin estruendos que eclipsen la esencia misma de la celebración.

    pirotecnia

    En la víspera de la Navidad, diversas organizaciones y voces individuales se unen en un coro unísono a través de las redes sociales para reiterar un mensaje claro: la importancia de evitar el uso de pirotecnia sonora en las festividades. Más allá de la belleza efímera de los fuegos artificiales, la peligrosidad inherente y el malestar que provocan a personas y animales han llevado a que estas advertencias resuene con fuerza en la sociedad.

    En este contexto, distintas voces han compartido sus testimonios, dando vida y profundidad a la problemática. Un impulsor de una campaña online, cuyo hijo Ezequiel es autista, comparte su desgarradora experiencia: "Mi hijo se asusta mucho con las explosiones de los fuegos artificiales. No hay lugar de la casa en donde se pueda proteger, porque se escuchan desde todos lados. Se supone que las fiestas son fechas de celebración, pero para Ezequiel y nuestra familia son casi una tortura."

    Las preocupaciones expresadas por distintas organizaciones, como el Consejo Argentino de Oftalmología (CAO) y el Ministerio Público Tutelar (MPT) porteño, reflejan una realidad innegable. Aunque los accidentes oculares por pirotecnia han disminuido en un 60%, los riesgos persisten. El MPT destaca que "la mayoría de las personas que llegan a las guardias con mutilaciones, quemaduras o lesiones oculares importantes por el uso de pirotecnia son niñas y niños." Además, resalta el impacto sonoro que afecta especialmente a personas con TEA, hipersensibilidad auditiva, recién nacidos, adultos mayores y animales.

    Añadiendo otra capa al dilema, el impacto de la pirotecnia sonora en los animales es una realidad que no podemos pasar por alto. Los estruendos repentinos y ensordecedores provocan un estado de pánico en la fauna, tanto doméstica como salvaje. Las mascotas se esconden, temblando de miedo, y los animales silvestres se ven desplazados y desorientados. La explosión de luces y sonidos rompe la paz natural del entorno, afectando negativamente a la biodiversidad.

    A pesar de las prohibiciones existentes en algunos distritos, las campañas de concienciación continúan, siendo lideradas por organismos como el MPT. Bajo el sugerente slogan "la pirotecnia no es un juego," instan a la reflexión sobre las lesiones físicas que pueden causar incluso a quienes no están manipulando los artefactos. Además, señalan que las festividades, lejos de ser motivo de celebración, pueden convertirse en momentos de sufrimiento para muchos.

    Un Llamado a la Acción

    En sintonía con estas preocupaciones, una campaña online que ya cuenta con más de 190 mil adhesiones busca una ley nacional que prohíba el uso de pirotecnia (https://Change.org/FestejosSinTorturas). Padres, activistas y ciudadanos preocupados alzan la voz para cambiar una tradición que, si bien festiva para muchos, se convierte en una fuente de dolor para otros. La ley de la provincia de Buenos Aires, la Ley 15.406, es un ejemplo de cómo la legislación puede jugar un papel crucial en proteger la salud de la población de los efectos adversos de la pirotecnia.

    En este crisol de testimonios y advertencias, la pirotecnia sonora emerge como una tradición que requiere reconsideración. La belleza de la celebración no debería traducirse en sufrimiento para los más vulnerables. Es momento de unirnos en un esfuerzo colectivo para festejar de manera consciente, cambiando la narrativa festiva y protegiendo la salud y el bienestar de todos. La pirotecnia y sobre todo las fiestas no tiene por qué ser sinónimo de dolor: es hora de dejar que nuestros festejos resplandezcan en la alegría compartida, sin estruendos que eclipsen la esencia misma de la celebración.