El delantero Pablo Magnín, hasta ahora la incorporación de Tigre que mejor rendimiento tuvo desde que volvió el fútbol producto de dos goles en dos partidos, se mostró desconsolado por errar un penal en el segundo minuto adicional del encuentro ante Bolívar y "un poco culpable" por el empate como local 1-1 por Copa Libertadores.
"Fallé y me siento un poco culpable", dijo Magnín sobre el penal, y explicó: "Pensé en tirarlo ahí", a la izquierda del arquero Javier Rojas, que adivinó la intención.
"Estoy muy mal, porque tuve en mi pie la posibilidad de ganar y me siento pésimo", acotó el delantero, quien llegó desde Sarmiento de Junin y firmó contrato hasta fin de año.
Ni siquiera su buen momento, con un gol hoy y otro en su debut 'copero', la semana pasada ante Guaraní en Asunción, pudo calmar su fastidio: "Lo personal lo dejo de lado, porque vine a poner a Tigre en lo más alto", cerró Magnín.
En el otro vestuario tampoco hubo conformismo y el delantero argentino Marcos Riquelme, autor del gol del empate, opinó que "más allá de arrancar perdiendo, el equipo fue superior en el primer tiempo, con 10 opciones de gol creadas", aunque reconoció que "el segundo se hizo más friccionado". Además, calificó a Tigre como "un equipo duro".
El atacante argentino admitió que "a los equipos bolivianos les cuesta en Argentina" y señaló que "por suerte el arquero atajó el penal al final, porque podría haber sido peor".
Sobre su gol, que se generó tras presionar la salida de Gonzalo Marinelli, explicó: "Sabíamos que jugaban mucho con el arquero y fue pura intuición".
"Igual nos vamos con un sabor amargo, porque vinimos a buscar el triunfo", concluyó Riquelme. Por su parte Tigre cosechó su primer punto en la Copa Libertadores de América pero no logró salir de la última posición.
Fuente: Télam.
