El 9 de julio de 2007 fue una fecha que muchas de las personas que viven en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense recuerdan como única, por la nevada que se desarrolló en esta zona. Ahora, frente a las bajas temperaturas de los últimos días y la llegada de una ola polar, que hizo que cayera nieve en municipios del interior de la Provincia, muchas personas comenzaron a preguntarse si esta situación podría repetirse.
Este lunes, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se presenta con el cielo mayormente nublado por la mañana y probabilidad de chaparrones a la tarde y a la noche, con una temperatura de 4 grados de mínima y 11 de máxima y vientos del sector suroeste, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Por las bajas temperaturas, el organismo mantiene la advertencia nivel violeta hasta mediados de semana, que se establece cuando en un área de cobertura se dan marcas térmicas por debajo de valores normales y muchos se entusiasman con una nevada como la ocurrida en 2007.
Sin embargo, el meteorólogo Sergio Jalfin, perteneciente a la señal de A24, admitió que "no hay expectativas de que se produzca una postal como la de 2007".
Por su parte, el meteorólogo Christian Garaviglia publicó en su Twitter que "la chance de nieve es baja para estos dos días en Buenos Aires". Y agregó: "Lo que parece más probable es que puedan darse chaparrones no solo de agua, sino también de granizo pequeño (conocido como graupel)".
El fenómeno meteorológico sucedió en el noroeste de la provincia en el transcurso de la mañana del domingo por el ingreso de una masa de aire muy frío que avanza por el centro del país y que generó nevadas aisladas en otros puntos de la provincia de Buenos Aires, como General Pinto, Ameghino y Coronel Pringles. En Bragado, apenas nevó por unos minutos.
Según Meteored, en el noreste de Buenos Aires las nevadas se dan cuando sobre una gran masa de aire antártico una perturbación en altura aporte las condiciones de humedad y desarrollo de nubosidad necesaria. “Si la componente del viento es marítima, es altamente probable que con mayor temperatura evite la formación de nieve. Para ello es necesario que el viento aporte frío desde el continente ayudando a mantener las bajas temperaturas”, aclararon.
En el sitio especializado precisaron que las condiciones para que en la Ciudad Buenos Aires llegue a reportar nieve son poco frecuentes. “Se han registrado otros eventos de nieve leve o aguanieve, pero muy lejos de nevadas francas como las de 1918 o la de 2007. En primer lugar, hay que saber que los copos de nieve se forman especialmente dentro del segmento de la nube con temperaturas entre -10 °C y -20 °C”, informaron.
La última vez que nevó en Buenos Aires fue el 9 de julio de 2007, después de 89 años de no registrarse ese particular fenómeno meteorológico. En aquella ocasión, los vecinos de todos los barrios porteños y de localidades del interior de la Provincia amanecieron admirados por la blanca postal y aprovecharon el día feriado para festejar el singular regalo climático. Habían pasado 89 años desde la última nevada, el 22 de junio de 1918.